EL MEXICANO CESAR OROPEZA OFRECERÁ PERFORMANCE EN EL DESIERTO DEL SAHARA CONTRA LA GUERRA
Incitando
a respetar un Alto al Fuego justo legal y equitativo, como un reclamo
permanente de avance, renovación, aportaciones y cumplimiento cabal de
los Derechos Humanos a partir del NUEVO CICLO que convoca la Ceremonia
del Encendido del proyecto "ALTO Fuego Nuevo" en Artifariti 2015, el
artista César Oropeza promueve actualmente su próxima visita al Desierto
del Sahara, donde junto a una delegación mexicana de artistas y
creadores pretende sumar esfuerzos en demanda del respeto en materia de
Derechos Humanos del Pueblo Saharaui, inmerso actualmente en una guerra
promovida por la creciente fuerza que Estado Islámico ha cobrado en el
norte de África con base en el uso de la fuerza.
En
esta edición de Artifariti, el artista Visual César Oropeza realizará
la primera "Instalación Performatica de la Ceremonia del Alto Fuego
Nuevo", con el propósito de iniciar en los campamentos asentados en el
desierto del Sahara una Tradición Neo-Prehispánica para que el arte haga
un llamado desde el desierto para la unión de los artistas y el pueblo
mexicano con el pueblo Saharaui, convocando no sólo a los que estarán
reunidos por la celebración de ARTifariti 2015 en los territorios
liberados, sino a todos, por ser su carácter simbólico.
Esta
Instalación perfomática de ARTifariti 2015 significa de parte de la
delegación mexicana un compromiso solidario permanente con el Pueblo
Saharaui por la exigencia pacífica mundial del cabal cumplimiento de los
Derechos Humanos. "ALTO Fuego Nuevo" es un concepto que se encenderá
cada año por un representante de la delegación mexicana que renovará la
vigencia de un compromiso que sumarán artistas mexicanos a esta causa y
también a creadores y público de otras latitudes, llevando los registros
de esta ceremonia a otras exposiciones que ya están programadas (en
este caso a Barcelona, Rumania en 2015 y Alemania en 2016).
Todo
Principia con la convocatoria del fuego nuevo y la publicación abierta
en redes sociales de esta iniciativa, más un portal que recaudó miles de
firmas de apoyo a los Derechos Humanos del pueblo Saharaui. Alrededor
de la columna de humo que se eleva como las plegarias y los deseos de
prosperidad de un pueblo que clama por la justicia, estarán presentes
este año diversos artistas mexicanos junto a otros protagonistas del
arte mundial invitados a ARTifariti, unidos en una sola alma.
El
"Incensario Humenante" nacido de la tradición precolombina y realizado
por el artista Cesar Oropeza en esmalte vítreo de alta temperatura se
quedará como pieza de arte clave de la Ceremonia de Encendido del "ALTO
Fuego Nuevo", y estará un año en exhibición en el museo destinado por
ARTifariti. Convencidos y gustosos de rescatar la esperanza de la lucha
del Pueblo Saharaui, César Oropeza se une convencido de la justicia de
la lucha por la integridad humana que lleva predicando el pueblo
saharaui. "Yahuti Sahara" será el tema central de los cantos de éste
año, donde entre la nada, el todo escucha. Fuego del olvido y la
renovación del espíritu, reunión universal, reunión de los sensibles
para fortalecer a la razón, purificación del y la transformación de la
memoria.
ACERCA DE CESAR OROPEZA:
Una
de las anécdotas que, de tiempo en tiempo, recupero para encontrar a
César Oropeza en el rito de la luz, es aquella historia de cuando niño
su abuelo “letrista”, o si se prefiere calígrafo, lo ponía a soltar la
mano con un carboncillo y una hoja de papel haciendo que el niño pintor
se privara de muchas horas de juego, pero invitándolo a encontrar en el
solitario ejercicio del dibujo los súbitos silencios tensos; donde
aparecían asombros reflejantes y exaltados descubrimientos en una
imaginación temprana.
Tiempo
después, y amparado en una juventud portentosa, Oropeza hace perdurable
el mundo de sus primeros trazos, y también descubre el inicial asomo a
una cosmovisión meditada que será la esencia de sus poéticas
contemplaciones. Con una intensa luminosidad, el alto contraste y un
sentido esférico-espacial, el movimiento dinámico que está dentro de la
geometría de sus cuadros realza la sensualidad de sus personajes
femeninos, renuncia a las escenas y los interiores, reduce a sus modelos
a lo esencial y con fondos etéreos consigue una impresión audaz en la
resolución de las atmósferas.
En
el conjunto de la extensa obra de Oropeza, prevalece la mitología del
cuerpo con labios, sonrisas, miradas y gestos que nunca envejecerán, la
mayoría son figuras femeninas con una temática alejada de la desmesurada
tarea de la condenación y con una proximidad al intrínseco rasgo de la
herejía de su sistema de interpretación de la realidad. Con un sentido
adivinatorio en el juego de las líneas Aurales y la composición, Oropeza
nos invita asistir a la actualidad triunfante de sus obras, impronta de
una mirada romántica al más puro estilo de aquel movimiento de ruptura
de finales del siglo XVIII, pero sincrónico con la vida contemporánea, y
nos recuerda que no olvidemos nuestra enigmática amistad con la poesía;
congregándonos alrededor de la esencia erótica de algunos de sus
personajes carnales e impúdicos y entregados al destino de sus pasiones,
y en otros personajes acentúa la huella casi imperceptible de una
inocencia contradictoria enfatizando el refinamiento de su trabajo.
Cuando nuestro artista acerca sus personajes a los dominios de la
transfiguración, es porque la fuerza sensorial de la carnalidad lo ha
llevado a la misteriosa transmutación de una danza de imágenes
excitantes capaces de realizar la paradoja de narrar lo inenarrable.
Nuestro pintor afirma, que las metáforas vivas están en el cuerpo,
insisto, figuras femeninas, porque para Oropeza la imagen suprema de la
belleza es inagotable en la forma de la mujer: la idealización de lo
carnal. Así podemos observar en una de sus obras, la pureza de unos
pezones entendiéndose con una mirada suspirante en el universo onírico
que les ha colocado con riguroso y perfeccionista oficio.
La
obra de Oropeza es un diálogo con sus circunstancias y tribulaciones,
un diálogo-camino a través del cual regresa a su casa natal con todo lo
que vio, dibujando todo lo que pasó por su observación y su conciencia
con los tonos de sus asombros, una gama de símbolos desafiantes y el
claroscuro que demuestra la verdad de sus razones. Oropeza no deja de
insistir en una obra inalterable, un trabajo de revelaciones que percibe
en el momento en que el registro expresivo de la gestualidad de un
rostro abstraído o de una sombra fulgurante es la expresión material de
las pasiones humanas; por eso su primera experiencia esta asociada al
valor de la disciplina y la observación de geometrías ordinarias que
las convierte en apariciones sublimadas, y con el talento subversivo de
una paleta cautivante por las combinaciones de colores exultantes y una
escala de grises, mantiene vital el recorrido de los poderes superiores
de su mirada.
La
pasión por las artes plásticas que eligió César Oropeza como estilo de
vida, lo han llevado por derroteros en los que transita con postulados
estéticos abiertos a las necesidades que se le presentan, y así como lo
pueden conducir a la experiencia del caballete, también le dictan la
más absoluta irreverencia por el canon. Bien puede estar planeando
reavivar el arte mural en la ciudad de México, como ya lo hizo en el año
2014 con el título: Proyecto Mural Concreto, y para lo cual
convocó a varios artistas plásticos con el fin de rescatar espacios
públicos en los bajo puentes, como también lo podemos encontrar afinando
la puntería en una acción contestataria como el Art For Destrucción,
un pronunciamiento artístico y un señalamiento, de lo que Oropeza
considera la ineficacia e indiferencia de las instituciones culturales
mexicanas por la falta de apoyo a la difusión de la obra de muchos
emergentes artistas plásticos como también, de experimentados artistas.
En
el 20 aniversario del festival Wave Gotik Treffen en Leipzig, Alemania,
el más importante en su género a nivel mundial, que se celebró en junio
de 2011 y al cual fue invitado Oropeza para exponer la pieza Mural de la Escena Obscura Mexicana,
un óleo sobre madera de 11 metros de largo por 244 cm, al concluir la
exhibición en Leipzig, Oropeza decide destruir el mural para denunciar
el desinterés de las instituciones culturales mexicanas, que a pesar de
todas las gestiones que llevó a cabo solicitando apoyo para la
transportación de doscientos sesenta kilos de arte mural, no obtuvo
ninguna respuesta y finalmente tuvo que financiar el viaje con sus
recursos. Con la quema del Mural en festival de Wave Gotik Treffen, el
mensaje es claro: no regresaré con una obra que no tiene el interés ni el resguardo de las instituciones culturales de mi país.
La
persistente búsqueda artística de César Oropeza, le ha permitido
incursionar en los últimos años en un nuevo campo de la actividad
creativa: la apropiación de objetos cotidianos y de producción
industrial en serie; piezas domésticas, carros, motos, etc. Objetos que
interviene para publicar un discurso artístico capaz de convertir cosas
comunes en piezas únicas de arte con técnicas de esmalte de alta
temperatura, aerografía y grabado; arranca la indiferente neutralidad de
la inmediatez del valor de uso y lo transforma en arte público.
Esta
expresión de arte visual-público de una urbanidad que ha sufrido la
acción deformante y perjudicial de la contaminación visual, Oropeza lo
interpreta como una oportunidad inmejorable para lanzar su propuesta
actuante y de eficacia estética a un público imposible de acercar a los
espacios tradicionales del arte es decir, es una práctica relacional
que resitúa el arte en la cotidianidad para abrir espacios de
emancipación y reflexión.
César
Oropeza es heredero y continuador de la tradición de los Art Cars, que
inició Alexander Calder hace cuarenta años con el emblemático BMW 3.0
CSL, el mismo que se presentó en la grilla de partida de las 24 horas
del circuito de LeMans, marcando el inicio de la Art Car Collection de
la marca fundada en 1916 en Munich. Dicha colección ha estado expuesta
en museos como el Louvre de París y el Museo Guggenheim de Nueva York,
donde han sido exhibidas obras maestras rodantes creadas por artistas
destacados de la talla de: Alexander Calder, David Hockney, Jenny
Holzer, Matazo Kayama, Jeff Koons, Roy Lichtenstein, Robert Rauschenberg
, Frank Stella, Andy Warhol.
La
obra de Oropeza también ha comenzado a viajar en los BMW que ruedan en
la ciudad de México, revolucionando el diseño bastante repetitivo y
ornamental al que nos tiene acostumbrados el término “Tunear”. Oropeza
contraviene los moldes establecidos haciendo una revisión crítica de la
iconografía sagrada de las culturas ancestrales del México pre-colombino
para sincretizarlas con la experiencia rotunda de las alegorías
urbanas. Sus diseños provocan una deslumbrante información visual en el
espectador, y cada chasis que pinta lo sube al pedestal del arte. El
inusual soporte de metal recubierto de laca, espacio sinuoso de la
arquitectura de los carros, es aprovechado por nuestro artista con
indudable pericia utilizando navajas que funcionan como tiza o brocha
sobre la carrocería, Oropeza dibuja los bocetos sobre la carrocería con
un diseño que evidencia la madurez de su lenguaje plástico,
deliberadamente ecléctico, que ha ido ganando a pulso y en el transcurso
de varios años de trabajo experimental.
Una
de sus últimas presentaciones, fue en abril del 2015, donde expuso en
la Galería Lourdes Botello de la colonia Roma una obra que tituló: Miradores,
objetos en forma de ojos con iris y pupilas estilizadas, y otros con
apariencia de ojos de reptiles; cráneos humanos y de animales con
esmalte de alta temperatura, acrílicos y dibujos integraron una
importante muestra de su variada exploración en el reino de lo
real-fantástico, una configuración que ofrece al público el traspaso de
la fuerza de los dilemas de nuestro mundo al campo de lo visual.
En
vísperas de participar en la edición 2015 de ARTIfariti en la República
Sarahui, un encuentro para la participación social del arte, César
Oropeza, también director de la Revista Superficie y de Art Vortice, se
prepara para llevar a cabo en este encuentro internacional de artistas
visuales la primera "Instalación Performatica de la Ceremonia del Alto
Fuego Nuevo".
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