domingo, 7 de febrero de 2016

Retarse, no repetirse, la consigna de Rodrigo Vidal.

Retarse en cada personaje, la intención de Rodrigo Vida en la actuación;
será Félix del Pozo en “Sueño de amor”

 
  • Un actor que se interpreta a sí mismo es aburrido, asegura; prefiere desarrollar personajes de carácter y con complejidad
  • Aunque por ahora está enfocado en el proyecto de Juan Osorio, tiene en puerta producir una película de terror y reabrir su escuela de actuación, que ahora incluirá danza y ballet

Consciente de que atraviesa por un buen momento en su vida, el actor Rodrigo Vidal se prepara para enfrentar un nuevo reto en la televisión mexicana al interpretar a “Félix del Pozo”, para la telenovela “Sueño de amor”, del productor Juan Osorio; se trata de un personaje muy peculiar pues, aunque no estaba planeado dentro de la historia ha ido creciendo de tal forma que está cobrando un protagonismo que no tenía.

Inicialmente, comenta, era el prefecto de la escuela y no tenía mayor trascendencia, pero ahora se ha vuelto como un pulpo, que tiene que ver con todos los personajes, que conoce todos sus secretos, e incluso, adelanta, se enamorará de la protagonista y ahí habrá que ver cómo reacciona ante el desaire.

Se trata de un tipo que no es bueno ni malo, pero sí muy complicado, con muchos complejos; no tiene padre, fue criado por una madre soltera y castrante; no tiene novia o pareja, aún vive con su mamá; toda esa frustración la sacará en la escuela, donde es muy estricto y corrige de manera excesiva, adelanta Vidal, a quien se recuerda en telenovelas como “Amigas y rivales”, “Gata Salvaje” o “María Isabel”.

Es un tipo, añade, que de pronto tiene acciones muy nobles, positivas, y enseguida es capaz de hacer la maldad más terrible; es un personaje complicado y complejo que si no se maneja bien puede caer en la caricatura y no es ese el objetivo, por eso, asegura, lo están trabajando con pinzas, “se ha convertido en un reto para todos que estamos disfrutando mucho”.

Sobre cómo estructura un personaje de esta naturaleza, a estas alturas de su carrera, Rodrigo es tajante, “si un actor se interpreta a sí mismo es aburrido; entre más complejo y alejado a su personalidad sea, mejor se puede trabajar con ese personaje, es un reto y al mismo tiempo la magia que tiene la actuación, afirma.

En la vida de un actor, añade, debe existir el galán, la damisela joven, los estereotipo que las historias necesitan “pero a mí me apasiona ser un actor de carácter, de cambiar físicamente y hacer de todo de forma seria, nunca una caricatura, hacer un trabajo profundo con los directores, etcétera”.

Y es que su objetivo, sostiene, es hacer un personaje que impacte, que la gente goce, porque hoy en día el público es más exigente ya que, al tener muchas opciones, así se trate de gente del nivel socioeconómico más bajo, se ha convertido en un crítico experto y eso implica un mayor reto para los actores.
Aunque por el momento su única preocupación sea sacar adelante el reto de este “Sueño de amor”, Vidal no descarta otros proyectos, por ejemplo, dice, está afinando detalles para producir una novela de terror y regresar a abrir su academia de actuación, solo que esta vez un poco más completa, con clases de danza y ballet, para ofrecer una educación integral.

“La verdad es que estoy tranquilo, en paz, soy papá de dos muchachotes, tengo mis negocios, una novia; por el momento, contento, tranquilo y en paz”, asegura Rodrigo Vidal, quien además está por estrenar “Las movidas de Juan Pérez”, una sexy comedia en cine con Alfonso

Zayas, “muy divertida, que iba a estar lista en diciembre y no quisimos estrenar teniendo a Star Wars en frente, así que estamos reprogramando”, añade.

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