Brockhaus ganó una demanda contra el cantante el pasado noviembre por incumplimiento de contrato, tras la cancelación de una serie de conciertos. Un juez de Nueva York dictó una indemnización de poco más de un millón de dólares.
El caso pasó al Distrito Central de California ante la negativa de Luis Miguel Gallego Basteri, Luis Miguel, de pagar. El caso que sigue la jueza Virginia Phillips, que ahora ha sido derivado al juez Rosenbluth, es para determinar los bienes embargables del artista y conseguir que satisfaga esa cantidad.
El pasado enero, la juez dictó orden de embargo del coche Rolls Royce que posee el cantante. Sin embargo, al mes siguiente se dejó ver en ese mismo coche acudiendo a un restaurante de lujo en Los Ángeles.
Luis Miguel fue requerido por el juzgado a presentarse antes del pasado 17 de abril, dos días antes de su 46 cumpleaños. El cantante no sólo no se presentó, sino que rechazó en varias ocasiones aceptar los papeles de la demanda. Era la tercera vez que no se presentaba a una vista del caso. Fue entonces cuando la juez dictó una orden de busca y captura. El cantante ni siquiera tiene un abogado en la causa, según la información de la corte.
El pasado día 21 se celebró la vista para el examen de los bienes embargables de Luis Miguel, para lo cual la jueza requirió la presencia de Joe Madera, que fue la mano derecha del cantante durante 25 años, por el conocimiento que pudiera tener de sus bienes. Madera compareció junto con un abogado durante varias horas en las que contestó preguntas de la fiscalía al respecto. La juez le ordenó que no destruya ni modifique de ninguna manera cualquier comunicación que pueda haber tenido con Luis Miguel, porque con toda seguridad la fiscalía pedirá el registro de sus teléfonos y ordenadores.
La audiencia que estaba programada para este martes a las 14.30 es para continuar con el examen de sus bienes y a la misma está citado de nuevo Joe Madera.
El origen del caso está en la fallida gira de 2015, cuando el cantante conocido como El Sol canceló multitud de conciertos. Brockhaus afirma que Luis Miguel no le pagó sus honorarios. Un juez federal de Nueva York le dio la razón.
La reciente debacle artística de Luis Miguel le ha dejado al menos otros dos frentes abiertos en los tribunales. La primera es una demanda su propia discográfica, Warner Music, que le reclama 3,6 millones de dólares. La otra es una demanda del cantante Alejandro Fernández por una gira conjunta que Luis Miguel cobró por adelantado y después no realizó.
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